viernes, 15 de marzo de 2019

¿Sí se puede?


El pasado 5 de marzo, día en el que se disolvieron las Cortes con motivo de la próxima convocatoria de elecciones generales en España, se abrió el plazo para que toda persona de nacionalidad española y registrada como residente en el extranjero pudiera solicitar su voto. Esta solicitud es parte de un complicado procedimiento que implica recibir la documentación necesaria para poder votar por correo postal, lo que me ha obligado a cambiar mi dirección en el censo esta misma mañana por otra más fiable, ya que el servicio postal en Kuwait tiene algunas particularidades que complican más si cabe el asunto. Aunque, visto lo visto en los últimos años y en diversos países, no se sabe exactamente si es un problema de la infraestructura local o es más bien culpa de la ineficiencia de los encargados de enviarnos tan esperada carta desde nuestra amada madre patria.

Tecnología punta, lista para ser usada


Antes de explicar cómo va el tema del correo postal aquí en Kuwait, quisiera explicar brevemente en qué consiste el voto rogado, una brillante idea de nuestros gobernantes que está en vigor desde el año 2011. Para empezar, si alguien de España se encuentra viviendo en el extranjero, debe registrarse en alguna oficina consular o embajada española para así poder constar en el CERA (Censo Electoral de los Residentes Ausentes). Luego hay que comprobar que la información postal sea correcta y fiable ya que, tras solicitar el voto, ya sea por fax o mediante el certificado digital por Internet, nos tienen que enviar una carta desde España con la documentación necesaria para poder votar. El problema principal viene cuando esta carta no se envía con tiempo suficiente para poder votar a tiempo. En otros muchos casos, simplemente ni llega. Todo esto provoca una gran frustración en los ciudadanos al verse cercenado su derecho a votar, lo que acaba degenerando en apatía, desafección y un progresivo desinterés por lo que pasa en España.

Este señor en medio del “sembrao” dice que votar desde el extranjero es tela de fácil





















Aquí en Kuwait no existe el correo puerta a puerta tal y como lo conocemos en España u otros países. Es decir, en los portales no hay buzones de correos y no llega ningún cartero llamando a tu puerta. Si alguien quiere recibir una carta, un paquete o lo que sea por correo postal, tiene que disponer de una “P.O. Box”, que no es una videoconsola, sino un apartado postal, ubicado en una oficina de correos, el cual tiene un coste de alquiler anual. Mi escuela ya tiene su propia P.O. Box funcionando, así que, para no arriesgar, la utilizaré para recibir los documentos para votar. El problema principal, por lo que he leído y me han dicho, es que los envíos desde otros países suelen permanecer un buen tiempo en las aduanas para su registro (a veces se puede demorar semanas) antes de mandarlos a las oficinas de correos. Contando que el plazo de recepción y envío del voto rogado es más bien estrecho, hay muchas posibilidades de no recibir la documentación a tiempo. Así me lo ha comentado la trabajadora que me atendido amablemente esta mañana en la embajada. Al parecer, desde que empezó a ponerse en práctica esta modalidad de voto, ningún español ha podido recibir las papeletas a tiempo y, por tanto, poder ejercer su derecho a votar.

Fuente: https://accountantsleicester.net
 


















Por suerte o por desgracia, no me sorprendería si esta vez tampoco recibiera el sobre con las papeletas. Ya me ha pasado en anteriores convocatorias electorales y, sabiendo las complicaciones burocráticas, tanto del país que envía como el que recibe, creo que es lo más probable que ocurra. De todas maneras, no me queda otra que seguir intentándolo al tiempo que hago lo posible por darle algo más de visibilidad a este problema, que se ha convertido en una autentica vergüenza nacional. Aquí dejo un pequeño vídeo que hice resumiendo mi experiencia rogando el voto en estos últimos años, como parte de un proyecto del colectivo Marea Granate, que tanto está haciendo en apoyo a todas aquellas personas que estamos fuera: