martes, 11 de diciembre de 2018

Que corra el aire


A final del mes pasado tuvo lugar uno de esos acontecimientos que te cambian la vida y que merecen la pena conmemorar una y otra vez. Tras casi un año de relación, mi pareja y yo contrajimos matrimonio en la embajada de Tailandia, con dos chicas como testigos oficiales y algunos amigos, sobre todo de la comunidad tailandesa, que no quisieron perderse ese momento. Aparte de poder formalizar nuestra relación y haber cambiado nuestro estado civil, este importante paso supone un aumento en la calidad de la relación ya que, al fin, podemos vivir juntos, algo que las leyes de Kuwait prohíben entre personas de diferente sexo a no ser que estén casadas. Esto afecta tanto a locales como a extranjeros. De esto y otras cuestiones relacionadas con las muestras de amor en este país trataré en la presente entrada.


Junto con el calor y la casi nula movilidad peatonal, una de las cosas que más pueden fastidiar de Kuwait es su legislación en materia de convivencia entre hombres y mujeres. Aquí los edificios residenciales se suelen clasificar en apartamentos para solteros y para familias. En los primeros no se admiten parejas y, si se quiere alquilar una vivienda en los familiares, es necesario presentar un documento legal que indique que se ha contraído matrimonio y que este está reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Justicia en Kuwait. Lo anterior también se aplica también para estancias cortas en hoteles. En el caso de que las autoridades descubriesen que un chico y una chica están viviendo juntos sin estar casados, las penas que les podrían caer van desde la deportación (en el caso de que sean extranjeros) hasta años de prisión.

Fuente: www.npr.org













Pero no solo hay que tener cuidado a la hora de compartir una residencia. También hay que prestar atención a la manera en que mostramos nuestros sentimientos en lugares públicos. No hay ningún problema en ir andando de la mano o incluso pasando la mano por el hombro de la pareja. Lo que sí puede suponer un problema son los besos. Hasta un simple “pico” en los labios puede llegar a escandalizar e incluso provocar una denuncia. De hecho, el pasado mes de abril, un chico indio y una chica filipina fueron deportados por un delito de “conducta indecente en público”, tras ser pillados besándose en la vía pública. Aquí tenéis el enlace a la noticia en inglés: http://www.atimes.com/article/couple-deported-kissing-public-kuwait/

Fuente:Twitter















Es increíble cómo puede percibirse un gesto tan cariñoso y afectivo como un simple beso en función de la cultura en la que uno se encuentre. Mi mujer y yo no llevamos tanto tiempo aquí pero este permanente estado de cohibición cuando vamos juntos por la calle está haciendo que, poco a poco, modifiquemos nuestros patrones de conducta en público y empecemos a verlo como algo normal. Estoy seguro de que, aunque estemos de viaje en cualquier otro país más abierto, seguiremos manteniendo este hábito de contención que estamos adquiriendo hasta que nos acostumbremos de nuevo al nuevo destino. Cuando empezamos la relación nos costaba trabajo aguantarnos las ganas, pero ya estamos llegando a un punto que hasta un simple abrazo de dos segundos nos parece algo atrevido. Quién lo diría.


























Espero que esta entrada, aparte de servir de aviso a las parejas que estén pensándose venir a Kuwait, valga para que los que estéis fuera apreciéis mejor el lugar donde vivís y la alegría que implica la libertad de poder mostrar vuestros sentimientos sin temor a que os enchironen. Qué poquito se aprecian detalles como estos hasta que no los perdemos.

¡Viva el amor!

jueves, 15 de noviembre de 2018

¡Agua va!


Imagino que fuera de Kuwait no se está comentando nada de lo que estamos viviendo por aquí estos últimos días. Llevamos una racha histórica de lluvia y tormentas que ni los más viejos del lugar recuerdan. Las condiciones meteorológicas y sus consecuencias están siendo tan nefastas que tres cuartos del país han quedado prácticamente paralizados. Esto ha provocado que las escuelas y otras instituciones públicas hayan cerrado sus puertas cuatro de los últimos quince días, por motivos de seguridad. Aquí dejo una pequeña recopilación de los vídeos más impactantes recibidos que, hasta el día de hoy, siguen inundando, nunca mejor dicho, las redes.




Según los datos del diario Kuwait Times, solo en la noche del pasado 5 de noviembre, cayeron 58 litros por metro cuadrado, una cantidad equivalente a más de un tercio de la media anual de precipitaciones en Kuwait, entre los 75 y 150 litros. Además, se alcanzaron rachas de viento superior a los 60 kilómetros por hora. A todo esto se le suman unas infraestructuras poco preparadas para este tipo de inclemencias, lo que ha hecho saltar las alarmas de emergencia en buena parte del país.



A pesar de lo que pueda parecer al ver estas dantescas imágenes, los estragos de la lluvia no han sido los mismos en todas las áreas. La peor parte se la ha llevado el sur y el oeste de Kuwait, donde se han cortado la mayor parte de las carreteras. En mi distrito, Salmiya, la cosa parece que está más controlada, aunque se sigue recomendando quedarse en casa por preocupación, al menos hasta que pase lo que queda de tormenta.




Pese a todo, sigue habiendo gente que se está tomando todo esto con humor y también curiosidad innata por un fenómeno que, posiblemente, no vuelvan a experimentar en mucho tiempo. En un momento lo vi como algo estúpido, dado el riesgo que supone ponerte a hacer el ganso en medio de una riada. Sin embargo, también comprendo lo que puede pasar por la cabeza de algunas personas que, quizás, jamás hayan vivido una tormenta en su vida. Me recuerda, salvando las distancias, a aquella vez que nevó en Córdoba (un día) y todo el mundo salió a la calle, cámara en mano, a inmortalizar esos momentos, sin importar que el suelo estuviera resbaladizo y no se recomendara salir. ¿Qué pensáis? ¿Imprudencia o sobre excitación por la novedad?






Acabo de mirar el pronóstico del tiempo y se espera que la lluvia continúe durante hoy y mañana por la mañana, con rachas de viento en torno a los 35 kilómetros por hora. En los próximos días volverá el sol, aunque no se descartan algunos chaparrones aislados durante la semana. Esperemos que todo vuelva pronto a la normalidad. Seguiremos informando.

Si queréis estar al tanto con las últimas imágenes y vídeos de estas jornadas, podéis seguir, entre otras, la cuenta de Kuwait UPTO DATE en Twitter (@kuwait_uptodate).

viernes, 2 de noviembre de 2018

Con la música a otra parte


Entre las novedades del colegio en el que trabajo este curso con respecto a años anteriores está el hecho de no incluir la asignatura de música en el currículo escolar. La música, lógicamente, es algo que está presente en la vida de todos los estudiantes, profesorado y demás personal del centro, pero aquí prefieren reservarlo para el ámbito privado y de ocio. Lo ven como un elemento de entretenimiento y distracción, más que como una fuente de aprendizaje e interacción con el medio, como debería ser dentro de mis esquemas mentales. Esto encaja con los valores islámicos en mi escuela, muy conservadores como ya he podido comprobar en estos dos primeros meses.


El tema de la música genera cierta controversia dentro del mundo musulmán. Mientras que hay corrientes ortodoxas que lo ven tan ofensivo como puede ser la ingesta de alcohol, otros fieles lo conciben como algo admisible e incluso como un elemento a incluir en algunos rituales religiosos, como en el caso de los derviches en Turquía. Al final, como ocurre con otros rasgos culturales como el uso del velo, todo va a depender de la interpretación que cada persona haga de las escrituras coránicas. Que algún musulmán o musulmana me corrija si me equivoco, pero no he podido encontrar un versículo concreto en el que se prohíba la música, aunque si se sugiere que puede estar conectada con actos considerados pecado.


Músico sufí en el barrio musulmán de Nizalmuddin en Delhi

Restricciones y prohibiciones aparte, lo cierto es que aquí en Kuwait la música está presente en muchos eventos. Solamente en el último mes he podido asistir a un musical estilo Broadway, una actuación de grupos de baile coreanos, tanto tradicionales como “break dance”, y un concierto de música tradicional andina hace pocos días. Es cierto que la mayoría de actuaciones son de artistas extranjeros, ya sea residentes o visitantes, pero también me consta que hay algunos grupos locales que intentan abrirse paso.





No creo que algún día podamos disfrutar de clases de música en el colegio pero sí que creo que es posible preparar algún número musical pequeño para algún evento especial, como la semana internacional, por ejemplo. Lo tengo que mirar con cuidado y precaución porque nunca se sabe. Si algo se aprende viviendo en otra cultura es a ver las cosas desde diferentes puntos de vista y esquemas mentales. Muchas cosas que en nuestros países vemos absolutamente normal, aquí podría generar un escándalo, y viceversa. La cuestión principal, como siempre, es el respeto y la tolerancia para conseguir adaptarse y entender que hay múltiples maneras de percibir el mundo.

viernes, 26 de octubre de 2018

En busca de la ganga perdida


El pasado viernes visité por primera vez un lugar que ya estaba en mi agenda el año pasado y que al final no me dio tiempo de conocer, el llamado Friday Market (o Souk al Jumma en árabe), un bullicioso mercado al aire libre donde se puede encontrar prácticamente de todo. A pesar del nombre, creo que, aparte del viernes, hay puestos abiertos de jueves a sábado, desde la mañana hasta la noche.


 La cantidad de productos y secciones por las que pasé, superaron todas mis expectativas. Pensé que sería algo más pequeño, limitado a la venta de ropa y antigüedades, pero, además de esto, se pueden encontrar objetos para el hogar y muebles a muy buen precio. Cada parte del mercado, cuya área total ronda un kilómetro, está dedicada a un tipo de mercancía y la variedad es enorme.

El Friday Market es un lugar ideal para practicar la habilidad del regateo, algo totalmente esperable para los vendedores y prácticamente obligatorio en este escenario. Es especialmente recomendable darse una vuelta la última hora del sábado, cuando empiezan a recoger los puestos y es más probable negociar un precio más bajo.

Mi principal objetivo allí, aparte de curiosear en aquel laberinto de gangas, era encontrar una tela blanca para una actividad que hemos hecho esta semana pasada en mi colegio. Necesitaba 18 metros y al final acabé llevándome un rollo de 25 por un precio de 11 dinares, menos de medio dinar el metro, casi regalado.

El antes...
...y el después










































Por si a alguien le interesa, el Friday Market está ubicado en la zona de Shuwaikh, bloque 1, a poca distancia del centro comercial Avenues, otro clásico de las compras en Kuwait al que algún día tendré que dedicarle una entrada.

¡Feliz fin de semana!