lunes, 8 de junio de 2020

La luz al final del túnel


Según hemos venido observando en la última semana, parece que las recientes medidas de confinamiento para frenar la pandemia del COVID-19 en Kuwait empiezan a obtener algunos frutos y poco a poco el país se vuelve a poner en marcha. Estamos en este momento en la segunda semana de la primera de las cinco fases que el gobierno kuwaití ha diseñado con el fin de regresar gradualmente a la normalidad. Cada una de estas fases tendrá una duración de tres semanas y estarán caracterizadas por una progresiva apertura de servicios y comercios, y la recuperación de actividades cotidianas. Llevará su tiempo finalizarlas todas pero, al menos, ya empieza a vislumbrarse cierto horizonte de esperanza.


En la fase actual han vuelto a funcionar todas aquellas actividades que ya lo hacían en las semanas anteriores al toque de queda total. Entre otras medidas, se han reabierto las cafeterías y restaurantes (aunque solo para entrega a domicilio y pedidos para llevar), gasolineras, hospitales y clínicas privadas, y continúan funcionando los supermercados, en los que se podrá comprar mediante cita previa cada 6 días, siguiendo el mismo sistema que llevamos usando desde hace un mes. Se sigue manteniendo un toque de queda, aunque solo de 6 de la tarde a 6 de la mañana.

Lo que más agradecemos de esta fase es que, aparte de poder ir de nuevo a supermercados con más variedad de productos, se puede pedir comida a domicilio. Para celebrarlo, esta pasada semana dimos buena cuenta de algunos platos del restaurante Freej Swaeleh, uno de nuestros preferidos. Son estos pequeños grandes momentos los que nos permiten mantener el ánimo alto a pesar de todo.



Por lo que respecta a las cifras de contagios, estos últimos días se han caracterizado por el repentino aumento de los recuperados, que ya sobrepasan los casos activos, que han bajado hasta el 36 % del total. En una semana este porcentaje se ha reducido más de 20 puntos percentuales, todo un logro. Eso no quita que no sigan apareciendo casos nuevos en gran medida, con subidas y bajadas que se van sucediendo a lo largo de los días. Mientras, la tasa de mortalidad se mantiene en torno al 0.8%.




Por supuesto que la mejora de los datos y el anuncio de la progresiva relajación de las medidas han mejorado nuestros ánimos. Ya estamos menos preocupados y más relajados, más si cabe teniendo en cuenta que la situación en nuestros respectivos países es estable y ya no tenemos ese miedo de que algo pueda pasarle a nuestros familiares y amigos allí. Pero, por otra parte, el hecho de saber que cada fase dura 3 semanas, ha hecho que, de repente, se haya instalado en nosotros cierto sentimiento de impaciencia combinado con algo de desgaste emocional por las ganas que tenemos ya de salir de Kuwait (las extremas temperaturas que tenemos ya tampoco ayudan). Ya no es tanto la pandemia en sí sino que ya sentimos que hemos completado nuestro ciclo aquí y toca irse. Pero, de momento, tenemos que esperar al menos hasta que vuelvan a abrir las agencias gubernamentales (a partir del 21 de junio) y a que, entonces, mi mujer consiga iniciar sus trámites para poder dejar su empresa y el país. Yo seguiré aquí con ella lo máximo posible, y seguramente me tocará viajar desde aquí a mi próximo destino de trabajo, en agosto, sin pasar por España. Es un poco frustrante cuando lo pienso pero, sabiendo las circunstancias, es la opción más adecuada que veo ahora mismo.

Un fuerte abrazo a todo el mundo y muchos ánimos estéis en la fase que os encontréis. Mantened siempre la esperanza y la mente serena. Ya sabéis dónde estamos por si necesitáis hablar o lo que sea.