viernes, 8 de septiembre de 2017

El canto del muecín


 
Son las seis de la tarde, el sol empieza a ponerse en Kuwait. De repente, un sonido a través de un megáfono rompe el habitual silencio de mi barrio en la zona de Al-Fintas. Se trata del cántico del muecín o almuédano, la persona que desde la mezquita llama a los fieles para que acudan a rezar. Es lo que se conoce en árabe como adhan y tiene lugar unas cinco veces al día, entre el amanecer y la noche. Este momento forma parte de una serie de rasgos relacionados con el Islam que ya empiezan a condicionar parte de mi vida diaria en este país.
 


 



















Kuwait, a pesar de estar considerado como uno de los países más tolerantes y liberales del mundo islámico, no escapa de ciertas limitaciones y restricciones procedentes de la Sharia, o código musulmán de conducta y moral, y que afectan a cualquier persona que resida aquí. Como ya comenté en la entrada sobre el equipaje, está penalizado el consumo y la venta de bebidas alcohólicas. Tampoco se pueden comer productos derivados del cerdo. La pornografía y cualquier otro material considerado obsceno también están prohibidos. Todo esto es algo que ya conocía antes de venir, pero día a día voy descubriendo otras curiosas leyes. Por ejemplo, hace poco también me enteré que es ilegal que dos personas de diferente sexo habiten juntos si no están casados. En relación con este tema, el otro día pasé por un cine a preguntar qué películas ponían y me dijeron que ese era solo para parejas y familias. Por lo visto, los hombres solos tienen sus propias salas, fíjate tú.
 
Surtido de vinos sin alcohol, para los que echen de menos un brindis

 





















Todas estas prohibiciones, a decir verdad, tampoco es que me estén causando un trauma y no me impiden llevar una vida medianamente normal, más o menos similar a la que he llevado siempre. Digamos que son circunstancias que están ahí y que quizás pueden resultar estresantes para aquellas personas que no puedan pasar sin su cañita de antes de almorzar o su bocadillo de chorizo al vino. A mí lo que en realidad me cambia el ritmo de vida es el que el día festivo semanal aquí sea el viernes. Supongo que es cuestión de habituarse, pero a día de hoy se me hace muy extraño trabajar en domingo. Ahora bien, eso de afrontar un jueves sabiendo que es último día de curro de la semana tiene su punto.
 
Supermercado, sección de alfombrillas para rezar

 
Una de las cuestiones que inquietaban a algunas de las personas que me conocen antes de mi partida, era el tema de cómo me iba a tratar la gente al saber que no soy musulmán. Aquí no hay nada por lo que preocuparse, no he notado ningún tipo de rechazo, presión ni mal gesto. Al contrario, por el momento todo el mundo se está portando muy bien conmigo, me noto muy seguro cuando (con permiso del calor) me doy algún paseo y no hay hostilidad por ningún lado. Si fuera cristiano, aquí también tendría la posibilidad de ir a algunas iglesias.

Espero que mi testimonio personal en esta y futuras entradas ayude un poco a desterrar algunos prejuicios y temores arraigados asociados a estos lugares. No es desde luego un país en el que podría residir toda mi vida, pero tampoco es que se esté tan mal. Si vivís o habéis vivido en algún país musulmán, espero poder leer vuestros comentarios al respecto, ¿cómo os habéis sentido?



 

 

8 comentarios:

  1. Me gusta mucho el blog, Paco. Supongo que para un hombre todo será más sencillo a la hora de adaptarse, pero una mujer allí estaría e condiciones muchi peores.

    Seguiré atenta tu periplo. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Me gusta mucho el blog, Paco. Supongo que para un hombre todo será más sencillo a la hora de adaptarse, pero una mujer allí estaría e condiciones muchi peores.

    Seguiré atenta tu periplo. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente Mayte. Este punto de vista es muy subjetivo, desde mi perspectiva como varón, supongo que una mujer lo percibirá de diferente manera. Aunque si te digo la verdad, con las mujeres extranjeras con lasque he hablado (colegas de trabajo), la mayoría están muy contentas de estar aquí y algunas llevan mucho tiempo por estas tierras.

      Eliminar
  3. Qué bueno tener la visión de alguien que está allí y lo vive de primera mano. 😊

    ResponderEliminar
  4. Con el primer párrafo, pensé "Qué bueno!". Ahora eres un puente entre culturas Paco. Puedo ver lo que describes, y me imagino todo tan diferente a China. Qué ganas de estar ahí!

    Me quedo esperando el próximo post!!!

    Mucho ánimo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fabiana! Qué alegría me da siempre leerte! Cierto, esto es otro mundo aunque hay ciertas reminiscencias a la etapa que viví en la India, salvando las distancias. Puede ser también porque la mayoría de personas con las que interactuo en la calle, en los negocios, en el autobús, sean de allí. Eso sí, todavía no he conocido a nadie de China, te lo puedes creer? :) Un abrazo!!

      Eliminar
  5. Qué bueno tener la visión de alguien que está allí y lo vive de primera mano. 😊

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese es mi propósito, abrir un poco el debate, dando mi punto de vista como español aquí. Lo que pasa es que, por lo que he visto, esto no interesa, se ve como algo anecdótico o directamente se ignora.

      Eliminar