viernes, 9 de marzo de 2018

Por ellas



Ayer, como sabéis, tuvieron lugar miles de manifestaciones multitudinarias por todo el mundo con motivo del día internacional de la mujer. Me alegró en especial el éxito que tuvo en España donde, además de la huelga, se celebraron numerosos actos de reivindicación en las calles. Incluso en mi ciudad, Córdoba, donde últimamente venía percibiendo cierto aletargamiento de los movimientos sociales. En cambio ayer el éxito fue brutal y nos dejó imágenes que de verdad emocionan.
Por mucho que pueda llegar a sorprender, en algunos países del mundo islámico también hubo protestas y proclamas por los derechos de la mujer, como en Irán o en Turquia. Aquí en Kuwait, no hubo marchas pero me dijeron que a lo largo de todo el mes se celebrarán eventos relacionados con este día, como conferencias o conciertos (para la gente que esté por aquí, atención a la agenda cultural).


En comparación con otros países de religión musulmana, la situación de las mujeres kuwaitíes es superior en materia de derechos y libertades y en los últimos años se han realizado reformas para garantizar su participación en la esfera política y social. A nivel laboral, la tasa de empleo femenino es la más alta de los países del golfo Pérsico (en torno a un 53%), y están muy presentes en campos como la arquitectura, el derecho o la medicina. También ocupan cargos de alta responsabilidad en el sector empresarial privado, teniendo el derecho a abrir su propio negocio, y se garantiza la baja por maternidad. Además, existen organizaciones que defienden activamente los derechos de las mujeres, como la Sociedad Cultural y Social de la Mujer, que contribuyó a que las mujeres pudieran ejercer su derecho al voto (desde 2006), y Bayadar al Salam, asociación feminista islámica.
Sin embargo, todavía hay puntos cruciales por mejorar como el tema de la legislación ante la violencia doméstica, donde no existe una ley que la penalice, y el acoso laboral. Otra cuestión sensible en la que se está trabajando en las últimas semanas es la situación de las trabajadoras migrantes (procedentes sobre todo del sudeste asiático), las cuales son en muchos casos explotadas, sin apenas posibilidad de defensa legal. El Gobierno está incrementando el control sobre las agencias y las empresas que contratan a estas trabajadoras con el fin de garantizar su protección.



A lo largo de la historia de Kuwait, ha habido mujeres que han destacado y que en la actualidad siguen dejado su impronta en diversos ámbitos. A nivel político, por ejemplo, está la figura de Nabeela Al Mulla, embajadora de Kuwait en Bélgica, que fue también ministra de exteriores y representante del país en varios organismos internacionales.
Otra mujer destacable es la química Fayza Al Khorafi, que fue la primera mujer rectora en una universidad de Oriente Medio, entre 1993 y 2002. Hoy día es la vicepresidenta de la Academia Mundial de las Ciencias.
Importante también es el papel de la escritora y columnista Laila Al Othman, cuyos escritos tocan temas controvertidos para los sectores más conservadores del Islam.
En el mundo de las artes, hay que resaltar a Sheikha Hussah Al Sabah, directora y fundadora de Dar al Athar al Islamiyyah, una organización cultural dirigida a la preservación y promoción del legado artístico kuwaití.  Otra figura influyente en este aspecto es Sheikha Altaf Salem Al-Ali Al-Sabah, presidenta de la Sadu House, institución centrada en la protección de las manifestaciones culturales de las mujeres beduinas y su artesanía.

Mi esperanza está en que este 8 de marzo sea un paso más hacia la plena equidad de género a nivel global. Con pequeños esfuerzos desde diferentes campos se puede conseguir. Cada persona puede hacer lo posible desde su entorno y contexto de influencia, concienciando, sensibilizando, cooperando…hay innumerables ejemplos que ya hemos ido viendo en diferentes medios. Y, por favor, dejemos ya de asociar esta causa a cierto partido político. Esto es algo que nos afecta a todo el mundo, independientemente de su ideología. La lucha feminista es de todos y todas, sus logros benefician al conjunto de la sociedad, no es una estrategia para ganar votos ni para hacer propaganda, como vengo leyendo estos días. Un poquito de reflexión no nos vendría nada mal.

Va por ellas. 

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