viernes, 31 de agosto de 2018

La noche y el día


Cuando me preguntan mi opinión sobre tal o cual país, siempre he pensado que no se trata tanto del lugar en sí como de las circunstancias y condiciones en las que me ha tocado vivir. Hace casi un año, tras mi primer mes en Kuwait, cuando alguien me preguntaba sobre mi experiencia de vida hasta ese momento, mis impresiones eran mayoritariamente negativas y no me veía viviendo aquí más allá de un curso académico. Sin embargo, al cambiar la situación, mi percepción ha sufrido un giro de 180º. Este país sigue teniendo multitud de cosas que no invitan a quedarse (calor, tráfico, escasez de lugares de ocio, etc.) pero al menos creo que, según por lo que llevo visto desde que regresé hace dos semanas, todo se va a hacer mucho más llevadero esta vez.


En primer lugar, la localización de mi apartamento no tiene nada que ver con la del curso pasado, en el remoto distrito de Fintas. Esta vez vivo en la zona de Salmiya, muy cerca de mi lugar de trabajo (unos 25 minutos a pie) y de los principales lugares de ocio. También resido en el mismo barrio que mi novia y la mayoría de mis amigos. Todo ello supone un aumento en la calidad de vida (se acabó el autobús) y una mejora de la vida social, con más y mejores posibilidades de salir por ahí. Por otra parte, el apartamento es una maravilla y suficientemente espacioso para una segunda persona, que espero pueda pronto compartir conmigo esta morada.





















A nivel laboral, la escuela en la que trabajo ahora ofrece mejores condiciones y más oportunidades de crecer en mi carrera. Además, esta vez somos dos orientadores y tendremos menos alumnos en nuestra ratio (el curso pasado, yo era el único orientador en Primaria, con alrededor de 1000 estudiantes). También, al haber menos profesores y profesoras, el ambiente que existe es más familiar y se respira buen rollo. El director parece un buen profesional y apoya nuestras propuestas, dándonos la oportunidad de desarrollarnos profesionalmente. Esta vez sí parece que estoy en el sitio adecuado.

Una vista de mi despacho, aún por decorar

Pero entre todas las alegrías con las que he empezado este nuevo curso, destaco sobre todo mi relación con mi pareja, que se ha hecho más fuerte si cabe después de un largo periodo sin vernos. Ella es mi principal apoyo aquí y día a día estoy más convencido que no podría haber nadie mejor con la que compartir el resto de mi vida. Con ella, toda mi vida en Kuwait cobra mucho más sentido si cabe.























Leyendo todo esto podréis comprender mejor que me hiciera gracia cuando este verano una vecina de Córdoba me dijera “a ver si tienes suerte y te sale algo de trabajo aquí”, a lo que yo respondí entre dientes “o no…”. No se tiene ni más ni menos suerte por vivir más o menos cerca del lugar de nacimiento, cada persona hace su vida donde más lo quieran y lo valoren. Mi familia y amigos en España me apoyan y se alegrarían infinitamente si volviera pero, tal y como está la cosa, con el paro por las nubes, salarios precarios, corrupción, poca inversión en educación y gente más preocupada de poner y quitar lacitos, a día de hoy no me quedan muchas ganas de regresar. Antes de verano probé a enviar algunos currículos a empresas de Córdoba donde quizás podría encajar. ¿Sabéis cuántas me respondieron? Tantas como pelos me quedan en la coronilla. Mientras que se le siga dando más importancia a la hija de la Pantoja que a la gente que dedica su vida a la investigación y a la mejora de la sociedad, muy mal vamos. Y no, señoras y señores, nada de lo que he comentado se le puede achacar a la inmigración. Más bien tendríamos que estar agradecidos a que exista mezcla de culturas, a ver si así podemos crear una España más diversa y heterogénea, al contrario de lo que pretenden algunos partidos, porque vaya tela.

Perdonad por la turra, pero si no digo todo esto, reviento. Paro ya, que me voy por las ramas :)

Un saludo a todo el mundo en este nuevo comienzo de curso y espero poder seguir actualizando semanalmente si el tiempo lo permite.

                                                                                                                       مَعَ ٱلسَّلَامَة

3 comentarios:

  1. Ole ese Paco!!

    Oye, qué pone al final??

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  2. Ese jipi! La frase del finalse pronuncia "Ma'a Salama". Literalmente significa "con paz" pero se puede traducir como "hasta luego" o cualquier otra frase para despedirnos.

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