Uno de los temas recurrentes que
suelen aparecer cuando dos o más extranjeros se encuentran por primera vez en
Kuwait es la opinión general sobre la vida aquí y cómo cada uno lo está
sobrellevando. Llama la atención la forma en que cada persona aborda la
cuestión en función del tiempo que lleve aquí. A pesar de que este país ronde siempre
las últimas posiciones en las encuestas sobre los países preferidos de los
expatriados, hay veces en que aparece alguna persona con una percepción bastante favorable sobre el mismo y a la que no le importaría seguir en este
lugar algunos años más. Suelen valorar, principalmente, la posibilidad de acumular algunos ahorros, la seguridad y la tranquilidad. Personalmente, este no es ni de lejos el país ideal
donde me gustaría establecerme, pero sí que he llegado a un punto en el que la
mayoría de los aspectos negativos que destacaba hace un año cada vez me afectan
menos y he ido aprendiendo a apreciar más los factores positivos.
Si alguien leyó en su momento mis
primeras entradas en el curso pasado recordará que mis pensamientos sobre
Kuwait no eran lo que se dice esperanzadores. Me fastidiaba, sobre todo, la distancia
entre mi residencia y el trabajo, el tiempo que me pasaba en el autobús, el calor extremo, y la ausencia de zonas para caminar y salir de marcha. También
hice mención en su momento a la dificultad para socializar, algo relacionado
con los factores anteriores. Todo esto me llevó incluso a plantearme el
largarme después de las vacaciones de invierno. Suerte que no me rendí y decidí
acabar mi contrato, porque de lo contrario lo mismo no hubiera llegado a
conocer a la que hoy es mi mujer y la principal razón por la que empecé a
cambiar mi actitud ante la vida en este sitio.
Benditas carreras de camellos |
En aquel momento, todavía me
sonaba casi a broma que alguien me dijera que en Kuwait no se estaba tan mal.
Ahora comprendo que al final, no es el país en sí sino las circunstancias a las
que uno se enfrente, las que condicionan nuestras opiniones. En mi caso, ya
comenté al inicio de este curso cómo habían mejorado mis condiciones en todos
los sentidos, tanto en lo económico como en lo profesional. Claro que sigue
habiendo cosas que me molestan de Kuwait pero ya casi no me afectan.
Por otra parte, he seguido
ampliando poco a poco mi círculo de amistades y descubriendo zonas y lugares
donde es posible pasar buenos ratos.
En cuanto al factor aburrimiento,
la mayor queja entre la comunidad expatriada, a mí la verdad es que no me da
tiempo a padecerlo ya que no paro de hacer cosas, pero, si hablamos de
actividades de ocio, basta con ponerse a investigar un poco para encontrar algo
que hacer prácticamente cada fin de semana.
Ya hablé en su día de la
asociación Aware, que organiza multitud de actividades tanto para locales como
para extranjeros. Conviene suscribirse a su “newsletter” para estar al tanto de
su programa. Aparte, hay algunas páginas que recopilan eventos culturales,
deportivos, y de entretenimiento en general para todo tipo de personas. Las que
yo suelo consultar más son las agendas del blog de 248AM o Kuwait Upto Date.
También hay que estar al tanto de algunos grupos en redes sociales donde se
publican cosillas interesantes de vez en cuando.
Como digo, Kuwait no me parece el mejor lugar del mundo para vivir, independientemente de cómo le vaya a cada uno, pero es cierto que al final es cada persona la que decide cómo tomarse las cosas. Se puede vivir con una actitud negativa, quejándose continuamente de todo y añorando tiempos mejores, o bien intentar darle la vuelta a la tortilla y hacer un esfuerzo por valorar los aspectos positivos que seguramente existen (hasta viviendo en Fintas). Y si no, pues nada, hay unos 193 países más donde buscarse la vida, aunque creo que quien es pesimista lo seguirá haciendo aquí y en las Bahamas.
Muchos ánimos y a tomarse la vida con un poco más de calma
y alegría.
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